Un reciente estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), revela un preocupante aumento de más del 8% en los síntomas de ansiedad y depresión entre 2010 y 2023.
El informe destaca que el malestar psicológico ha crecido del 18,4% al 26,7%, con un impacto significativo en mujeres y en áreas urbanas, donde el tejido social es más frágil.
La coordinadora del estudio, Solange Rodríguez Espínola, doctora en Psicología, contextualiza este fenómeno dentro de un clima de inquietud y desesperanza, exacerbado por la inestabilidad económica y social que ha caracterizado a Argentina en los últimos años. “La preocupación por la situación económica se ha intensificado, especialmente en familias de bajos ingresos, quienes enfrentan dificultades para llegar a fin de mes”, afirmó Rodríguez Espínola.
El informe, titulado “Desigualdad estructural en el desarrollo humano y social (2010-2023)”, detalla cómo el acceso a la salud se ha visto afectado por un sistema colapsado tras la demanda pospandémica. Los problemas económicos han aumentado la vulnerabilidad en sectores desfavorecidos, llevando a un crecimiento en el malestar psicológico, que ha alcanzado niveles alarmantes en mujeres (30,5%) y en adultos en situación de pobreza (39,5%).
Además, el estudio analizó la percepción del estado de salud y reveló que el 14,2% de los adultos reportaron tener problemas de salud importantes, cifra que ha crecido en comparación con los años de la pandemia. Las brechas de género se mantienen, con un 17,1% de mujeres y un 10,8% de hombres reportando problemas de salud.
El acceso a atención médica también ha mostrado variaciones, con un 12% de los adultos no realizando consultas anuales a pesar de tener problemas de salud, cifra que es más alta en hogares de bajos ingresos. En este contexto, el uso del sistema de salud público ha aumentado, con un 34,5% de los adultos urbanos recurriendo a él en su última atención médica.
Este informe pone de manifiesto una creciente desigualdad estructural en el acceso y la percepción de la salud en Argentina, influenciada por factores socioeconómicos, de género y edad. La pandemia ha tenido un efecto duradero en estos indicadores, alterando los patrones de atención médica que ahora parecen regresar a niveles preocupantes.